Conocí una vez a una mina en el Treinta y tres Que me dijo: vení, vamos pa' la cama Yo que soy un muchacho humilde y trabajador No me le resistí y ahí empezó mi drama Cuando estaba en lo mejor Ella arriba y me gritó: Pegame y decime malas palabras ¡Malas palabras! Y yo le decía boba, y también decía cola Hasta creo dije bola, y ella se excitaba Me pidió y suplicó: reventame por favor Y yo la cacheteé con miedo a lastimarla Pero me despistó cuando me sugirió Que me vistiera como el Che Guevara ¡Con boina y con barba! De la familia Berrantes No me pude escapar Ni de su sano ambiente Sórdido y familiar Tan contenta quedó con mi brillante labor Que agarró y me encerró en una pieza aislada Pero vino su mamá y me dijo muy calmada: Yo te dejo salir si me hacés la chanchada Jineteaba bien la doña, como potra de Maroñas Y me gritaba: decime yegua cara ¡Cara de yegua! Y la vieja no cumplió con lo que me prometió Y este pobre varón siguió secuestrado Pero vino el Federico, de los chicos el más rico, Y me dijo: vos salís, si te bajás el slip Uy, uy, uy, qué dolor, cuando me lo cortó De un hachazo a mi lindo pedazo ¡Su lindo pedazo! De la familia Berrantes No me pude escapar Ni de su sano ambiente Sórdido y familiar ¡Je! Ya castrado y humillado, resignado y derrotado Yo me dije: al fin y al cabo es la libertad Pero vino la cuñada y vió mi tripa en rebanadas Y me dijo: take it easy, que todo se va a arreglar ¡No, no, no, por favor!; le grité y no me dió bola Mientras me la pegaba con cascola ¡Con mucha cascola! De la familia Berrantes No me pude escapar Ni de su sano ambiente Sórdido y familiar ¡Eh! Eh, eh, eh, eh, eh, eh, eh, eh Eh, eh, eh, eh, eh, eh, eh, eh Eh, eh, eh, eh, eh, eh, eh, ¡eh!